El mundo de la cultura española despide a Eusebio Poncela, actor, pintor, productor y guionista, que ha fallecido a los 79 años. Nacido en Madrid en 1945, su carrera estuvo marcada por una versatilidad que le convirtió en uno de los grandes nombres de la escena y la pantalla durante la Transición y los primeros años de la democracia.
Formado en la RESAD (Real Escuela Superior de Arte Dramático), Poncela se inició en el teatro en los últimos años del franquismo. Su talento pronto lo llevó a interpretar obras de gran relevancia, como Mariana Pineda de Federico García Lorca, Romeo y Julieta -junto a María José Goyanes- o Marat-Sade en la compañía de Adolfo Marsillach, con la que alcanzó sus primeros grandes éxitos.
Un rostro imprescindible del cine español
Aunque su carrera teatral fue brillante, el cine le dio un lugar de referencia en la historia cultural española. Su nombre quedó ligado para siempre a Arrebato (1979), la innovadora obra de Iván Zulueta que se convirtió en película de culto. Posteriormente, su colaboración con Pedro Almodóvar lo consolidó como un actor icónico gracias a títulos como Matador y, especialmente, La ley del deseo.
Además de su labor interpretativa, Poncela exploró otros terrenos creativos, como la pintura y la escritura, reafirmando su condición de artista integral. Su manera de abordar cada papel, con una entrega absoluta, lo convirtió en símbolo de una generación que encontró en el arte un espacio de libertad y experimentación.
Con su fallecimiento, el cine y el teatro españoles pierden a una de sus voces más singulares, un intérprete que ayudó a dar forma a la modernidad cultural en España y cuyo legado permanecerá en la memoria de espectadores y creadores.